Así es como se le llama artísticamente al profesional que tiene por oficio trabajar con maderas y crear muebles de calidad. A diferencia de un carpintero, este es más experto y se centra en la fabricación de mobiliario y objetos de diseño más refinados.

El término “ebanista” nace de la palabra “ébano”. Este es un tipo de madera oscura, con alta densidad, suave al tacto, con una gran textura y una excelente capacidad de pulido. El género del árbol al que pertenece esta madera se denomina Diospyros, y es originario del continente africano.

En nuestro caso, nosotros no utilizamos el ébano, sino que trabajamos con maderas de pino y roble, con las cuales nuestros ebanistas plasman su arte y destreza para convertir en piezas únicas. Nuestros diseños son totalmente originales, nunca habrá dos exactamente iguales.

Un ebanista debe tener una formación superior, se le exige un conocimiento de las maderas denominadas finas, tener nociones de geometría, una concepción espacial por encima de la media y, también, un amplio conocimiento de los tipos de acabados que se pueden aplicar.

¿Cual es la gran diferencia entre “carpintero” y “ebanista”?

Una de las diferencias más notorias es que del taller de un ebanista salen muebles más exclusivos, distinguidos y elaborados que los de un carpintero.

Como hemos mencionado anteriormente, el ebanista debe formarse en profundidad para alcanzar el grado de maestría. En definitiva, el ebanista es un inventor que da respuesta a los problemas de su clientela y sabe fabricar aquello que se le requiere, por más difícil que sea.

A continuación, te dejamos 5 diferencias entre carpintería y ebanistería:

El acabado

En carpintería, los acabados suelen ser con barnices sintéticos aplicados a pistola y pocas veces enceran sus piezas a mano. Al contrario de los ebanistas, que recurren a técnicas más artesanales y refinadas, aplicadas, por lo general, a mano desnuda con trapos de algodón y mucho, mucho cuidado.

La materia prima

Verdad es que tanto el carpintero como el ebanista pueden trabajar las maderas de pino y roble, pero todo reside en la forma en la que se le trata. Un carpintero suele elegir maderas asequibles o derivados de ella, mientras que el ebanista tiende a ser más “gourmet”.

¿En nuestro caso? Nuestro plato estrella son las maderas antiguas, con las que nuestros queridos artesanos profesionales trabajan y aplican sus debidos tratamientos para que de ahí nazca un producto sumamente superior.

La técnica

Según las fábulas, se dice que en un taller de carpintería encontrarás una cajonera con tachuelas, clavos, grapas y adhesivos para unir las piezas. Sin embargo, los ebanistas recurren a técnicas de ensamblaje milenarias donde apenas se usa otro material que no sea de madera.

¿Recuerdas la parte donde mencionábamos lo formado que debe estar un ebanista?.

El diseño

El ojo es muy sabio, y la apariencia externa de un objeto o mueble pasado por mano de ebanista siempre resalta mucho más, mientras que el trabajo del carpintero se centra en la funcionalidad de lo que fabrica.

Piezas únicas

Las piezas creadas por un ebanista suelen formar parte del fondo patrimonial de una familia, ya que son consideradas de alto valor económico y conservan su exclusividad. Como mencionamos anteriormente, nunca encontrarás dos de iguales.

¡Aquí te dejamos un pequeño vídeo para que puedas ver desde más cerca cómo trabajan nuestros profesionales ebanistas!